Estuvimos rodando con familiares y amigas de Mª Carmen durante una semana, visitando Zaragoza, Calatayud, Madrid, Calatrava y Mohedas de la Jara. Muchos kilómetros en pocos días, con jornadas intensas de trabajo y viajes, pero las experiencias que nos contaron merecieron la pena.
Nos contaron multitud de anécdotas, muchas repletas de emoción, y aunque se escaparon unas cuantas risas nerviosas para descargar intensidad, también se derramó alguna que otra lágrima. Sin embargo, lo que más destacó fueron las sonrisas al recordar, tantos años después, a Mª Carmen.
A pesar del frío en las diferentes localizaciones, la calurosa acogida de los protagonistas, en ocasiones ayudada por el calor de sus chimeneas, consiguió que la labor fuera más agradable y llevadera.